Torre Alquería de Ortegícar
En las proximidades del río Guadalteba nos observa, majestuosa, la torre de Alquería de Ortegícar. Notable construcción de la arquitectura medieval malagueña. El nombre Ortegícar proviene del latín Hortus Sacer, que significa Huerto Sacro (huerto sagrado).
Este modelo de poblamiento de alquería fortificada fue frecuente y abundante durante la existencia del reino granadino, especialmente en los siglos XIV y XV. Estuvo presente, también, en determinadas zonas en las que tropas enemigas irrumpían con frecuencia. Muchas de estas alquerías con sus defensas han desaparecido casi completamente. Han dejado abundantes restos cerámicos por estar en zonas llanas de intensa ocupación humana.
La provincia de Málaga acoge dos de estas torres de alquería. Una de ellas es la que nos ocupa, situada en el término de Cañete la Real.
El enclave donde se encuentra la Torre Alquería de Ortegícar fue conquistado por primera vez en el año 1329 y donado por Alfonso XI a la Orden de Santiago el 18 de septiembre de 1330. Se encontraba en una zona fronteriza, de frecuentes disputas, entre el reino nazarí y el reino de Castilla. Formó parte del ámbito castellano al mismo tiempo que lo hicieron las poblaciones de Cañete y Priego, el 12 de octubre de 1407. Esta conquista no debió ser la definitiva. El emplazamiento pudo haber estado en poder nazarí años más tarde. Así se deduce de las noticias del asedio del Turón y Ortegícar el 23 de junio de 1450 y de la destrucción de la torre en una cabalgada de Rodrigo Ponce de León y Pedro de Vera en el año 1472.
Un documento del siglo XVIII ofrece una descripción exacta de la torre y del cortijo que detallamos a continuación. Contaba la zona con un corral llamado del Concejo, un castillo antiguo de fábrica árabe. Este se conformaba por cuatro paredes iguales y cuatro pisos. En el bajo encontramos una habitación y otras seis estancias que se destinaban a almacenes de semillas, leña y madera.
Este complejo amurallado, situado en una elevación de poca altura sobre el margen izquierdo del río Guadalteba, presenta una extraordinaria torre que se eleva a 18,6 m de altura. Tiene una base casi cuadrangular integrada en un complejo amurallado mayor, de planta similar.
Su elevación define, en cierta manera, su funcionalidad. Una de sus funciones consistía en proporcionar refugio a la población en caso de asedio. El hecho de estar ubicada en un sitio relativamente llano le otorgaba ese carácter funcional de torre-alquería.
Dentro de las características constructivas más importantes destacamos el aparejo de la torre de Ortegícar. Este se estructura a partir de verdugadas de ladrillos. Las verdugadas de ladrillo son filas horizontales de ladrillos intercaladas entre otros materiales, específicamente en las esquinas. Son muy interesantes los sillares romanos reaprovechados que se asientan en la base de la construcción; tal vez procedentes de las cercanas ciudades hispano-romanas de Sabora o la del Cortijo del Tajo.
Procedamos a conocer su organización interior. Consta de tres plantas con diferentes cubiertas. Una escalera central recorre todo el espacio interior. Accedemos a la entrada por el lateral noroccidental. La escalera conduce a una primera planta. Este primer espacio presenta tres compartimentos: uno, el mayor, es el central por donde se transita y otros dos que son rectangulares y alargados. En la segunda planta destaca una primera sala con una cúpula de ladrillo. Rodea esa sala primera una especie de deambulatorio separado por gruesos pilares. La sala número dos de esta planta es rectangular. Presenta una bóveda de medio cañón y ventana de ladrillo cegada en su frente noreste. La tercera planta nos ofrece dos compartimentos alargados adintelados con ventanas en los frentes noroeste y sureste. Varias ballesteras se reparten de manera irregular por cada uno de los frentes. Las ballesteras son aperturas verticales y estrechas presentes en algunas murallas defensivas para disparar ballestas y flechas con arcos. La azotea, de terrado plano, se encuentra coronada por almenas.
Esta torre, mencionada en múltiples crónicas, desempeñó un destacado papel en los ataques y las correrías de las tropas castellanas y granadinas. Fue tomada junto a Teba, Cañete y las Cuevas en el año 1330. En los numerosos y sucesivos combates fronterizos va pasando de unas manos a otras en múltiples ocasiones. Todo esto nos permite trazar un panorama aproximado e imaginar cómo debió ser la vida en un establecimiento de frontera.