Puente de Ortegícar
El acceso a la alquería, protegida por la antigua torre de Ortegícar, permite apreciar un extraordinario puente nazarí del característico tipo de “lomo de asno”. Consolidado por un pavimento de cantos rodados y con una altura total de 6,30 m, el puente distingue el paisaje sobre el río Guadalteba.
La luz del arco es de 4,47 metros con un pretil en cada uno de los lados. En su construcción destaca la fusión de mampostería irregular y la argamasa con el ladrillo. Distintas reparaciones modernas han dejado su sello en un hormigón de cemento que cubre el antiguo aparejo. Sobre el puente transcurre una calzada de cantos rodados de 3,50 metros de anchura que se va abriendo, en la finalización del pretil.
Todo el paraje semeja una ruta medieval que se ofrece al viajero como un sendero de aprovechable interés paisajístico. El puente, situado en un entorno precioso, convida a la relajación invitándonos a contemplarlo sin límites de tiempo.